En los últimos años, los ciudadanos han comenzado a cuestionar sus opciones de compra, como consecuencia del aumento de los niveles de consumo y de la cultura orientada al cliente. El creciente interés y preocupación por los problemas sociales ha llevado a las personas a favorecer el consumo ético, es decir, la compra de productos que respetan los derechos humanos, condiciones laborales, bienestar animal, medio ambiente, precios justos, además productos artesanos y personalizados, en respuesta a una globalización, donde los desequilibrios y desigualdades económicas se han incrementado.

El comercio justo, es un enfoque alternativo a las asociaciones comerciales que contribuye al desarrollo sostenible, lo cual ofrece mejores condiciones comerciales y asegura los derechos de los productores y trabajadores excluidos y/o desfavorecidos en los países en desarrollo.

Los productos de comercio justo se compran bajo principios cooperativos en lugar de competitivos, lo que garantiza mejores precios, mejores recursos y condiciones comerciales estables para los empresarios. Contextualmente, el modelo de comercio justo abarca el empoderamiento de los productores y trabajadores, el fomento del bienestar y el establecimiento de la justicia política y social.

Finalmente, promueve activamente la protección del medio ambiente: los productos genéticamente modificados están prohibidos, el agua se utiliza de la manera más racional y se favorece la agricultura orgánica. Las características esenciales del comercio justo son: compra directa (el producto siempre proviene directamente de las cooperativas de pequeños productores), prefinanciación, seguridad (contratos que estipulan compra del producto y colaboración a largo plazo), y precio justo (una bonificación más allá del precio promedio de mercado y un precio mínimo garantizado).

La Universidad Nacional de Chimborazo, comprometida con el comercio justo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se propuso como objetivo obtener la Certificación de Universidad Latinoamericana por el Comercio Justo. Para ello, en el 2016 firmó la carta de intención para lograrlo y, con una labor dirigida y voluntariosa, en este evento se entregó el Certificado que nos acredita como Universidad Latinoamericana por el Comercio Justo.

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