La educación es una poderosa herramienta para reducir las brechas económicas, sociales, y culturales en el ámbito local, regional, nacional y entre países; es sobre todo un derecho humano que está garantizado por el estado a través del sistema de educación superior, sin discriminación alguna, y cuya obligación pública es proteger, respetar y cumplir este derecho.

El proceso educativo es esencialmente colaborativo, en este sentido se constituye una necesidad urgente continuar construyendo y fortaleciendo comunidades académicas y colectivos de aprendizaje.

El nuevo ejercicio de planificación construido con participación de la comunidad universitaria, toma en consideración los enfoques de derechos, inclusión e interculturalidad, equidad e Igualdad de género, internacionalización y sostenibilidad ambiental, innovación y emprendimiento, a través de una política asertiva y funcional, que trace las líneas fundamentales de innovación, las prioridades y vías de concreción necesarias, el apoyo logístico y respaldo institucional y las normas que rigen la práctica emprendedora. Todos estos son elementos claves para continuar el proceso de transformar la educación superior. Para ello, ha sido necesario repensar y tomar distancia con la noción de “excelencia”, entendida ésta como la principal referencia de la calidad educativa en Ecuador, cuya premisa parte de compararse con otras universidades, estableciéndose de esta manera una competencia, es decir, para que una Institución de Educación Superior (IES) sea excelente deberán existir otras que no lo sean, de esta manera el paradigma de alcanzar la “excelencia” ha promovido que dentro del sistema de educación superior exista discriminación, segregación, elitismo y por lo tanto perjuicio a la garantía del derecho a la educación de miles de jóvenes hombres y mujeres, sobre todo a aquellos que por su condición económica, social y cultural se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.

El fin de la Unach es el servicio a la sociedad, comprometidos en la solución de problemas apremiantes en el marco del diálogo de saberes, conocimientos científicos y tecnológicos globales, somos actores en la construcción de un nuevo Ecuador, incluyente, intercultural y sin pobreza; esto es posible si profundizamos nuestros procesos enfocados a promover la mejora de la calidad de la educación superior desde un sentido reflexivo y crítico, buscando garantizar que la sociedad cuente con profesionales que tengan los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para gestar este cambio; estamos comprometidos con el aseguramiento de la calidad, en la búsqueda del cambio cualitativo al interior de nuestra institución, basada en una permanente autorreflexión del conjunto de la comunidad universitaria, orientada al mejoramiento continuo de sus tres funciones sustantivas: academia, investigación y vinculación con la sociedad.

Somos una institución dispuesta a llevar a cabo procesos que garanticen la calidad de la educación superior como bien público social, derecho humano universal y deber ineludible del Estado del cual formamos parte; con compromiso moral y ético estamos dispuestos a continuar asumiendo responsabilidades y desafíos; seguiremos siendo actores en el proceso transformador del sistema de educación superior.

La Unach continúa en movimiento.