En una conversación, el Dr. Cristian Reino, cirujano plástico, graduado de Medicina en la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach), compartió detalles sobre su participación en la primera craneoplastia asistida por inteligencia artificial realizada en Quito, Ecuador. Esta entrevista revela la complejidad del procedimiento, el trabajo que realizan nuestros graduados y, también, cómo la tecnología está revolucionando la medicina moderna.
¿Podría contarnos sobre su trayectoria y cómo se especializó en cirugía plástica?
Desde mi graduación en 2011 y después de completar mi internado y servicio rural, me dediqué inicialmente a la salud ocupacional trabajando para Petro Amazonas. Posteriormente, realicé una maestría en Salud Ocupacional en la Universidad Regional de Perú. Mi formación en cirugía plástica comenzó en 2013 en el Hospital General Docente de Riobamba, donde desarrollé una profunda pasión por la cirugía reconstructiva.

¿En qué consistió la primera craneoplastia con IA en la que participó y cuáles fueron los desafíos y logros principales?
El paciente, un joven de 15 años con antecedentes de trauma cráneoencefálico severo y múltiples cirugías previas, enfrentaba complicaciones debido a una infección que degradó su cráneo. El procedimiento involucró el uso de software de IA para diseñar una prótesis milimétrica, ajustada para evitar cualquier daño cerebral. Fue una cirugía desafiante que requirió múltiples simulaciones para asegurar la precisión en la colocación de la prótesis.
Desde su experiencia, ¿cómo está transformando la IA la cirugía plástica y cuáles son las ventajas de su uso en procedimientos quirúrgicos?
La IA permite una planificación y ejecución de cirugías con una precisión sin precedentes, lo que reduce significativamente los riesgos y mejora los resultados postoperatorios. La capacidad de simular diferentes escenarios quirúrgicos antes de realizar la cirugía es una ventaja, permitiendo ajustes proactivos y preparación para diferentes contingencias.
Finalmente, ¿cuál sería su mensaje para los estudiantes y jóvenes médicos interesados en la cirugía plástica y el uso de tecnologías avanzadas?
La formación recibida en la Unach fue fundamental, pero la iniciativa personal y el deseo de mejorar son igual de cruciales. La inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero debe complementar, no reemplazar, la habilidad y el conocimiento médico. Es vital mantener un enfoque ético y centrado en el paciente mientras se adoptan nuevas tecnologías.

Este logro connota la alta calidad de la formación académica de la Universidad Nacional de Chimborazo, y subraya el impacto global que nuestros profesionales tienen en el campo médico. A través de innovaciones como estas, la Unach sigue demostrando su compromiso con la excelencia educativa y su capacidad para equipar a sus estudiantes para enfrentar y superar los retos desafiantes del mundo real.