El 18 de mayo de 2018, la carrera de Enfermería de la Universidad Nacional de Chimborazo realizó la imposición de cofias e insignias a los estudiantes de sexto semestre, previo al inicio de sus prácticas preprofesionales en los centros de salud de la Zona 3, que constituye el programa simbólico y cultural más entusiasta que atraviesan los alumnos de esta carrera, que tiene varios significados como humildad, espíritu de servicio, misericordia, sinceridad justicia y ser capaz de sufrir.

El programa contiene varias etapas simbólicas, que inducen a los futuros profesionales de Enfermería a comprender su responsabilidad y abnegación diaria con las personas que requieren atención de salud, como lo señala la Mgs. Mónica Valdivieso, directora de la carrera, “este es un nuevo inicio, ustedes van al internado rotativo en donde tendrán más acercamiento con los pacientes”, donde deberán demostrar sus conocimientos científicos y técnicos.

Inmediatamente, las docentes de la carrera, en impecable uniforme blanco, asistieron al escenario para colocar las cofias a las estudiantes e insignias a los varones, mientras que los familiares entregaron, una lámpara que simboliza la luz que lleva la enfermera a los convalecientes, recordando a Florence Nigthingale, que asistía a los enfermos por la noche, mientras todos los demás descansaban.
Después de este acto solemne, la Mgs. Verónica Quenorán presentó el discurso de orden, exaltando el trabajo que les espera a los estudiantes: “hoy es un día para celebrar, pues nos hemos reunido para entregar las cofias e insignias a estos nuevos profesionales de la salud, que han decidido ser parte de un legado tan antiguo como la humanidad misma”, tarea ennoblecida por el sacrificio permanente al cuidar a las personas, en los momentos que se encuentran más vulnerables.

La docente realizó un recuento histórico desde cuando se profesionaliza la Enfermería, desde el año 1861, cuando en momentos críticos como las guerras, las mujeres dedicaron sus vidas a dar alivio a los heridos, momentos en que Florence Nigthingale se destacó por desvelarse para vigilar el sueño y dolor de los soldados, velada que también representa el esfuerzo académico de los estudiantes.

Finalmente, la representante de los alumnos agradeció a las maestras “por toda su abnegación y entrega en tan loable labor, empeñados en formar profesionales excelentes”, comprometiéndose, a nombre de sus compañeros, a representar dignamente “a nuestra carrera y a nuestra universidad”.

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