El 20 de agosto de 2018, el docente universitario Christian Naranjo Navas, Ph.D., presentará su libro de investigación “Ecuador frente a la crisis internacional, 1927 – 1937”, dentro del 2do. Congreso Ecuatoriano de Ciencia Política, además de disertar la ponencia “The dollar in Ecuador”, en la mesa 34 sobre Economía Política, el 22 de agosto.

Sobre su obra y la participación en el evento, le entrevistamos para comprender los alcances de sus trabajos científicos.

Christian Naranjo Navas, Ph.D., docente investigador de la Unach

¿Cómo surge en usted la idea para desarrollar la investigación y publicar el libro sobre la economía ecuatoriana durante la gran depresión mundial?

Lo primero es tener la facultad para visualizar qué áreas del conocimiento necesitan ser investigadas, que en mi caso tienen que ver con Historia económica. De este libro hicimos una primera presentación en la facultad, pero se ha pedido que se presente el libro en este congreso internacional organizado por la Flacso, por lo que ya tenemos un impacto nacional.

 

¿Desde qué ángulos aborda este trabajo para aportar nuevos criterios de investigación?

Existen tres puntos importantes que el libro aporta: primero una revisión teórica del impacto de la depresión, analizando la teoría de la dependencia, la industrialización y sustitución de importaciones, entre otras; segundo, se muestran datos macroeconómicos que no se han mostrado antes, en un contexto regional; y, tercero, una contribución para nuestra época, que permite visualizar rasgos similares sobre política monetaria, que tuvimos en la década de los treinta, con lo que sucede con el dólar en la actualidad.

 

¿Cuáles son estos rasgos que usted encuentra análogos?

Teníamos un sistema estructurado muy fuerte y rígido con el patrón oro, como tenemos ahora un sistema igual con el dólar, por lo que concluyo en el libro que la reducción de la masa monetaria lo que produce es deflación, provocando que las otras variables cambien: aumento de la pobreza, del desempleo, etc.; es decir, si la masa monetaria se reduce, como está sucediendo con el dólar tenemos índices deflacionarios, al igual que en los treintas, aunque no son muy altos.

Hay que señalar, sin embargo, que en estas crisis encontramos gente beneficiada, sobre todo aquellos que mantienen sus puestos de trabajo estables, porque los bienes y servicios bajan de precio, pero los salarios se conservan iguales, aumentando su poder adquisitivo.

 

¿A partir del año 2000, en el cual se implementa la dolarización en Ecuador, se verifica un crecimiento económico y aumento del consumo?

La dolarización ha permitido tener dos fuerzas importantes: finanzas limitadas que controlan los deseos de los gobiernos para imprimir más dinero; y, en consecuencia, mantener limitada la inflación, las dos van de la mano. Eso nos ha permitido tener un Ecuador estable, con crecimiento, la dolarización es tan fuerte que ha sobrevivido a un gobierno populista, que nos ha dejado muy endeudados.

 

¿Estos cambios monetarios se producen a raíz de crisis financieras que enfrentó el país, tanto en los años veinte como en los noventa, qué similitudes encuentra en estos sucesos?

En el caso de la crisis bancaria de los veintes, conocida como la plutocracia, no existía un Banco Central, los bancos privados emitían dinero y financiaban los déficits de los gobiernos, las instituciones más fuertes como el Banco Comercial y Agrícola, pertenecían a la Costa. Antes de que viniera la misión internacional Kemmerer, los políticos locales toman la decisión de cerrar bancos privados, tomar todas sus reservas de oro y crear la Caja Central, pagándole un tercio del valor nominal. Esta decisión política de la Revolución Juliana tiene que ver con dos factores: se intenta desarrollar a Quito como la capital económica del país, pues la política ya lo era; y, la influencia que tuvo el empresario quiteño Luis Napoleón Dillon, a quien la banca de Guayaquil impedía que su banco emitiera dinero como lo hacían los bancos de la región litoral.

 

¿Cómo estaba la economía ecuatoriana en esa época?

Los problemas grandes que tenía la economía ecuatoriana fue la reducción de las exportaciones de cacao y que el gobierno central estaba endeudado con la banca de Guayaquil, pero en el resto de índices, Ecuador estaba creciendo a un ritmo del cinco por ciento, por lo que no se puede hablar de una crisis total del país.

 

¿Usted analiza que no hubo realmente una crisis financiera en los veinte, sino una postura política en función de determinados intereses?

La inflación que se produce en esta época es alta, más del veinte por ciento, pero no se compara con la inflación posterior de los treinta que supera estos índices y más aún en 1999, donde tuvimos una hiperinflación de más de ciento treinta por ciento.

 

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